No tengo dinero para una cerveza, así que me puse a escribir

Relato

de Zauriel Martínez Hernández*

Activo(a) ahora, mensajes recibidos, ¿estás enojada? ¿dejé de existir?, debe ser culpa mía, debí haber avisado que me ausentaba un rato, ¿o hice otra cosa?, necesito saber, pero estás lejos, detrás de la pantalla y activa, pero no aquí, no te siento, y tu ausencia da paso al cosquilleo, otra vez, y más fuerte, mi nuca se llena de insectos que se la comen con palabras en otro idioma: "la cagaste", "mereces sentirte así" parecen decir, aunque no sé por qué.

Spotify se trabó, nuestra playlist también está enojada conmigo, así que el cosquilleo avanza, la mitad de mi cara ya no es mía; le pertenece a las voces que me dicen: "no eres suficiente, húndete en algo y regresa cuando lo hayas entendido".

Mi garganta, también fue robada, no quiere cantar, se anuda y cuando al fin logro desanudarla a base de suspiros, no tiene mi voz si no un grito, y cuando menos me doy cuenta la gente que pasa por el negocio me está viendo, ¡pudranse!, no quiero sus caras de lástima, quiero saber qué carajos pasa.

Necesito algo, alcohol, pastillas, polvo, un mensaje..., cualquier cosa que me dé el subidón de dopamina que necesito, porque el cosquilleo se fue, ya no soy un televisor en estática, ahora todo en mí palpita, algo se filtra, hoy no ha compartido nada que hable de mí, ¿me estoy desvaneciendo?, todo se va haciendo más borroso..., ah, son las lágrimas, no me di cuenta en qué momento llegaron.

Ardo, me derrito, sudo, porque no encendí el ventilador, pero mis piernas no quieren moverse, y yo tampoco, lo único que tiene cinética en estos momentos son mis manos, escriben pendejadas.

El exterior ya no está, soy solo yo, me volví pulga, una pulga que llora, en una mano tengo loneliness porque a veces finjo que sé hablar inglés, y en la otra illness, otra vez me estoy rompiendo, ella no contesta y la maruchan no sirve en estos casos.

¿Y si me dejo llevar por los gritos de adentro?

*San Luis de la Paz, 17 de Diciembre de 2000. Publica su primer libro, Crónicas de Sueño y Fantasía (2015) a los 14 años, al año siguiente participa en la antología de cuentos Entre Fantasmas brujas y Miedo (2016), Ganador del Tercer Lugar del 8vo Premio Nacional de Poesía María Luisa Moreno, en 2019 publica Galletas Para Suicidas en Editorial Frenéticos Danzantes, ha publicado en algunos medios electrónicos.